(Joshua Ruiz y Sergio García)
Érase una vez en un día muy soleado en la maravillosa sabana, un león que estaba sentado en la sombra de un árbol, vio pasar una hiena muy hermosa. El león la miro agresivamente y en vez de salir corriendo la hiena, al verlo se rió, el león al verle le pregunto:
-¿Oiga usted, cómo es que al verme tan hambriento no has echado a correr?
La hiena contestó:
- Porque sé que por mucho que corras nunca me cojeras.
Él miro a la hiena i vio que no era como las demás de su especie, estaba mucho más musculada que las otras.
La hiena le contesto:
-¿No te lo crees, que no me puedes coger?
Entonces el león se levantó i uso su fuerte rugido para intimidar a ésta. Se volvió a reír, al ver el león la prepotencia de la hiena metió un salto, sacó las zarpas i la hiena lo esquivó con gran soltura.
Él volvió a la carga y esta vez la hiena le saltó por encima. Entonces, al ver que no tenía la misma agilidad por no haber comido, se rindió y se fue otra vez a sentarse a la sombra de ese único árbol que había en la llanura.La hiena contestó con prepotencia:
-¿Ya te has cansado? El rey de la selva. Pues no lo pareces, mira que ganarte una pobre hiena.
Ella al cabo del rato se echo a reír.
El león como último esfuerzo se levantó con gran rapidez y salió detrás de la hiena. Ella se vio sorprendida de la velocidad de este e intento esquivarle, el león consiguió morderle la cola y fue cuando esta se asustó i le dijo que parara, el león lleno de rabia no hizo caso de las advertencias, e intentó cogerla.
Ella al ver que él estaba muy enfadado se puso a correr por la sabana y dijo:
-(corriendo) ¿Qué, ya no puedes más?
Después al ver que el león lo único que estaba haciendo era intentar comérsela, se asustó y usó su inteligencia pensando en un plan para podérselo quitar del medio.
Decidió llevarle hasta una cueva donde había un oso, esta lo dirigió hasta la cueva.
Finalmente vio la entrada y se puso contenta de haberse acordado del camino, los dos se metieron dentro donde había un gran oso hambriento. Entonces la hiena lo esquivó con gran agilidad al ver que éste le atacaba y en cambio el león no pudo esquivarle y el oso le hizo pagar justo por pecador al feroz animal y al instante se lo comió.
La hiena escapó y nunca más se metió con un león y colorín colorado este cuento se ha acabado.
FIN
